Hay que celebrarse. Hacer reverencia a nuestras conquistas, construcciones, apuestas y complicidades. Nombrar las huellas y las efigies, aquellas tangibles evidencias de nuestro trasegar. Sonrientes, juntar las copas al aire en su memoria –a pesar de la fatiga–. En mi caso, el sombrero fue un obsequio de una rítmica estudiante –y su familia– que tuve entre 2017 y 2019 en el Colegio Gimnasio Femenino, en Bogotá. Hizo parte de la segunda generación de tap dancers que desarrollamos allí. Inspirados en la idea coreográfica de los Roller Skates de Gene Kelly, experimentábamos distintas didácticas para abordar técnica e historia del género. [De paso les comparto por aquí, otros recuerdos de dicho espacio].
Antes de llegar a mi manos, o mejor, a mi cabeza, si no recorrió una buena porción del globo terráqueo, por lo menos, si del continente, según la travesía que me contó su madre, había realizado su padre, por contratiempos logísticos laborales. Desde entonces, en lo posible, lo traigo conmigo en cada escenario en el que zapateo. El otro, corresponde a una tap dancer que integra un grupo muy polivalente y expresivo de bailarinas, con quien tengo hoy día el placer de compartir espacios formativos y de creación en La Coartada - Centro Cultural, también en la capital.
Entre sombreros, vestidos, patines, tap shoes, bastones, escaleras y demás excusas coreográficas y preferencias artísticas, vamos experimentando y madurando facultades. Descubriendo el carácter de nuestro ser, compartiendo la vida, bailando. Creando festivos motivos como el BOGOTAP, que en su cuarta edición, este año, junto a colegas locales y de otras latitudes, buscó conmemorar lo que –desde alivetap y el festival mismo– hemos venido escribiendo con la punta de los pies. Poniendo como emotivos argumentos, lucir trajes y demás escénicos amuletos para una única cosa: rendir honores.
Julián Garcés Ocoró
Dic 12. 2022
Bogotá, Colombia
POSDATA: Una vez más, mi sincera venia a las instituciones que hicieron posible traer a la realidad el festival. Mi más profunda gratitud por vuestra compañía. Entre ellas, la Casona de la Danza, Plataforma ORBITANTE, IDARTES, Área de Danza Ministerio de Cultura de Colombia, Acción Cultural Española (AC/E), Escuela Luthier, Casa de Pájaros - Árbol Cultural, Festival SampaTapz, La Coartada - Centro Cultural, Academia JAZZDANCE, All We’Re. A nuestros invitados internacionales Guillem Alonso y Noelia Hernández Coria, por seguirnos en la idea de este viaje y festivo encuentro. A los y las artistas, escuelas y compañías que se sumaron a los concursos: Universidad Sergio Arboleda, Misi / Universidad del Rosario, Grupo Proyecto Tap! Blues Chitlin, Zalá Tap dance, Colombia Tap, ILHA - Pesquisa em Tap, Freddy Corado, Leo Díaz, Maria Clara Laet. También a los y las tap dancers participantes de la residencia distrital Huellas y Efigies. Al público asistente en las diferentes actividades; y a nuestro equipo organizativo: Mónica Burbano, Villa, Mariana Fisicaro, Valeria Campos, Jose Aristizabal, Angélica Bolivar, Laura Ospina.
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